¡Muy buenas a todos! ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien. Yo de momento, algo liadilla. Ya he vuelto al trabajo, estoy haciendo un curso de fotografía culinaria, debo terminar un temario para dar un taller de informática y debo sacar tiempo de donde sea para preparar de lujo un examen que tengo en noviembre. ¿Cómo lo haré? ¡Ya veremos! Voy un poco organizándome día a día, así que si alguna semana veis que la entrada tarda un poquito más en llegar, ya sabéis el motivo! jajajaja… 😀
Vamos con lo nuestro, que es lo que nos interesa. Hacía tiempo que no publicaba un tutorial, una de esas entradas explicadas paso a paso, y que sirven después de base para varias preparaciones. Así que aquí llega un básico de entre los básicos: la crema pastelera. Muy rica, muy fácil de preparar y muy práctica, porque puede salvarte más de un postre en un plis plas.
INGREDIENTES
- 250 ml. de leche
- 60 grs. de azúcar
- 2 yemas de huevo
- 20 grs. de Maizena
- 1 trocito de mantequilla
- 1 cuchta de esencia de vainilla o una vaina de vanilla
PREPARACIÓN
- En un bol ponemos la Maizena con el azúcar y con las varilla movemos un poco para integrar.
- Separamos las claras de las yemas de huevo y añadimos las yemas al bol. (¡No tiramos las claras! Próximamente os contaré en un post cómo congelarlas para poderlas aprovechar). Removemos bien hasta integrar las yemas con el azúcar y la Maizena. Reservamos.
- Ponemos la leche en un cazo a calentar. Si tenemos la vainilla en vainas, la partimos por el medio, raspamos un poquito las semillas y la añadimos también al cazo con la leche. Si vamos a utilizar esencia de vainilla, todavía no la añadimos. La leche no debe hervir, sólo calentarse. Antes de que hierva, la apartamos del fuego.
- Añadimos un poquito de leche calentita al bol con las yemas. Utilizamos las varillas para remover enérgicamente, ya que con el calor las yemas podrían cuajar y eso no nos interesa. Una vez que la mezcla de yemas y azúcar esté desleída en la leche, añadimos el resto de leche del cazo y mezclamos bien.
- Ponemos de nuevo la mezcla del bol en el cazo y llevamos al fuego suave sin dejar de remover. Añadimos una cucharadita de mantequilla y seguimos removiendo para que se derrita y se integre, y apartamos del fuego cuando nuestra crema empiece a coger una consistencia sólida. Si vamos a usar esencia de vainilla, éste es el momento de añadirla, ya que si lo hacemos antes, con el calor se evapora y no nos sirve.
- Para poder manejar la crema pastelera, debemos dejar que enfríe. La mejor manera es pasar la crema a un plato y taparla con papel film que esté por completo en contacto con la crema para evitar que se reseque y haga una película dura.
- Una vez fría, podemos usarla para la preparación que tengamos en mente. Si no la vamos a utilizar en ese momento, debemos conservarla en frío. Recordad que la crema pastelera debe conservarse en frío y que una vez preparada, lo mejor es consumirla en las siguientes 24 horas.
¡Y ya está! Fácil, ¿a que sí? Pues atentos a la receta que preparé con esta deliciosa crema pastelera. ¡En nada os lo cuento! 😉
Mientras tanto, cuidaos mucho.
¡Nos leemos en la siguiente receta!
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